Cultos y oraciones


Cultos

Desde tiempo inmemorial se viene celebrando los cultos a Nuestra Señora de la Soledad de la Portería. El pasado año 2011 se cumplió el 250º Aniversario de la Instauración del Solemne Novenario Cuaresmal que cada año nuestra Archicofradía consagra en su honor y gloria finalizando el Viernes de Dolores.

El Viernes Santo, tiene lugar la Solemne y Pontifical Salida Procesional de Nuestra Señora de la Soledad de la Porteria en la Solemne Procesión Magna Interparroquial o del Santo Entierro de Cristo, donde sale acompañada por su Pontificia y Real Archicofradía, por las Cofradías de Penitencia y Gloria de la Ciudad, la Unión de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria y el Cabildo Insular de Gran Canaria en pleno y bajo mazas, teniendo como acompañamiento musical a la Banda de Música del Mando Aereo de Canarias.

Tras esta primera salida procesional, tiene lugar la Solemne y Antigua Procesión del Retiro y Silencio sin acompañamiento musical donde el silencio se hace presente, la Santísima Virgen es acompañada por su Pontificia y Real Archicofradía y por sus miles de devotos venidos desde muchos puntos de la Ciudad, de la Isla de Gran Canaria y de nuestro Archipiélago. Es la procesión por antonomasia de la ciudad capitalina.

El 15 de septiembre tiene lugar la Solemnidad de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería, día en el que conmemoramos los Dolores de la Santísima Virgen María.


Oraciones

Oración a Nuestra Señora de la Soledad de la Portería

¡Virgen de la Soledad! Que quisiste de un modo admirable hacer objeto de tus predilecciones a esta ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, colmándola de tus bondades desde la portería del humilde convento de San Francisco de Asís en donde fue colocada tu imagen: haz Señora que todos los que te invoquen encuentren en ti y en la comunidad cristiana consuelo y ayuda en las tristezas y penalidades de esta vida; y al salir de este destierro, te encontremos en los umbrales de la eternidad, para que junto a Jesús, tu Hijo y Señor nuestro, seas para todos, verdadera Puerta Celestial.
Amén.

Corona de los Siete Dolores de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería

Primer Dolor.
La Profecía de Simeón.

Madre de la Soledad, ayúdanos a tener en cuenta el dolor de todas las madres del mundo que contemplan para sus hijos un futuro incierto por la guerra o la injusticia, el hambre o la miseria, el chabolismo o la violencia doméstica.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Segundo Dolor.
La huida a Egipto.

Madre que conociste el desgarrón de abandonar tu tierra para poner a salvo tu vida y la de tu Hijo. Ayúdanos a prestar todo nuestro apoyo a los refugiados, a los inmigrantes forzosos, y a los desplazados por cualquier tipo de injusticia.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Tercer Dolor.
El Niño perdido y hallado en el Templo.

Madre Dolorosa, te rogamos por todas las familias, y te pedimos que todos nosotros seamos desinteresados y pacientes en la construcción de la fraternidad familiar. Concédenos ser en el seno de nuestras familias fuente de unidad y de amor, teniendo como modelo a tu familia de Nazaret.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Cuarto Dolor.
María en la Vía Dolorosa.

Santa María, Señora de la Dignidad, tú eres la cumbre de la grandeza y dignidad femeninas. Te pedimos por todas las mujeres del mundo, para que nos ayudes a valorarlas en toda su dignidad humana, por la construcción siempre incompleta de la gran hermandad universal que es la Iglesia.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Quinto Dolor.
La Crucifixión de Jesús.

María, Virgen Madre en el Dolor, tu estabas allí como Madre y como figura de la humanidad nueva, solidaria con los que caen más bajo. Concédenos descubrir las cruces de nuestra sociedad y mostrarnos como hermanos sinceros, sin hipocresía, de todos los que participan de la Cruz de Cristo.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Sexto Dolor.
El descendimiento.

María, Madre angustiada con el hijo muerto en los brazos, ayúdanos a vivir el amor incluso dentro del dolor. Te imploramos que siguiendo tu ejemplo, sepamos acompañar a los demás en sus propias soledades.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Séptimo Dolor.
La Sepultura de Jesús.

¡Virgen de la Soledad de la Portería! Te pedimos por todos hijos cofrades y devotos, por todos los que nos han precedido en la fe y devoción a ti, nuestra celestial portera. Haz Señora, que al deshacerse nuestra morada terrenal, adquiramos un lugar en la mansión eterna de la Gloria.

Padre Nuestro, siete avemarías, y un gloria.

Oración final:

¡Virgen de la Soledad!
Dolorida con la espada que profetizó Simeón, necesitada en la huida a Egipto, inquieta buscando a tu Hijo perdido, llena de lágrimas al encontrarle con la cruz a cuestas, solidaria viéndole agonizar y morir, angustiada con tu hijo muerto en los brazos, y sola dejándolo sepultado.
Humildemente te pedimos por todos los cristianos para que seamos un signo de tu amor en el mundo y sepamos vivir el dolor, propio y ajeno, como una ocasión de crecer siempre en el seguimiento de Jesús, tu Hijo.
Amén.